5 claves para triunfar en el E-Commerce

En los últimos años el e-commerce se ha planteado como la panacea para lograr al fin ingresos en tu empresa, o el mejor modo para comenzar un nuevo proyecto. Y aunque, efectivamente, sean muchas las ventajas del e-commerce -que tu empresa tenga una tienda virtual te ayudará a mejorar tus resultados-, tienes que tener en cuenta distintos aspectos para lograr una buena estrategia e-commerce.

Antes de lanzarte a inaugurar tu tienda online te recomendamos formarte para saber por dónde empezar, minimizar los riesgos y planificar de la mejor de las maneras el despegue.

Con el curso de E-Commerce, Comercio Electrónico adquirirás los conocimientos necesarios para empezar a ponerlos en práctica con tu propia tienda online.

Te traemos algunas claves del e-commerce que pueden ayudarte como idea básica para empezar:

1. Crea una estrategia multicanal

Los consumidores no utilizan solo una plataforma para realizar sus compras. La mayoría de clientes sigue disfrutando probándose ropa en una tienda o viendo los productos en el escaparate físico. Eso sí, probablemente comparen tu producto con el de la competencia en sus teléfonos móviles y luego se decidan a comprarlo ya en su casa, desde su portátil.

Por ello, aunque la definición de e-commerce más estricta incluya solo aquellas actividades comerciales que se hagan en la red, integra tu tienda física -si la tienes- en tu estrategia e-commerce. Hoy es muy fácil hacerlo con herramientas de geolocalización como Foursquare.

2. Tómate el e-commerce en serio

Aunque parece que el comercio electrónico sea algo que ya está más que instaurado, lo cierto es que el comercio electrónico sigue creciendo. Sin ir más lejos, en España el e-commerce crecerá un 18% anual hasta 2017, convirtiéndose en el país europeo que más crecerá en este sector, da igual si se trata de una tienda de remalladoras o máquinas de coser alfa.

A un nivel global será China -¿a alguien le sorprende?- el país que más crezca en el e-commerce en los próximos años. Los chinos se están poniendo las pilas a la hora de crear plataformas seguras de pago y se están acostumbrando a consultar las redes sociales antes de adquirir un producto, por lo que sigue siendo una buena idea aprender mandarín.

3. No te olvides de las redes sociales

Las redes sociales se suelen asociar con fidelización de marca y creación de comunidades, pero también son herramientas fantásticas para incluir en tu estrategia e-commerce. Crea descuentos exclusivos para tus fans en Facebook -con plataformas como Codeeta es muy fácil incorporar mini tiendas virtuales en tu página de Facebook- o comparte ofertas con tus seguidores de Twitter.

Recuerda que a los consumidores les encanta preguntar a sus amigos o prescriptores online su opinión sobre el producto que están pensando adquirir, así que permanece atento a lo que se dice de tu marca en Internet para solucionar pequeñas crisis rápidamente.

4. Dedícale tiempo al diseño

Muchas veces, al sumergirnos en Internet, ponemos mucha atención a conceptos como prosumidores -aquellos consumidores que, son tan activos en Internet, que pueden convertirse en auténticas piezas clave en la creación de tu producto-y acabamos olvidándonos de lo más básico y tradicional: tu empresa necesita un buen logo y una buena web.

Aunque ahora plataformas de CMS (de gestión de contenidos) como WordPress o Joomla! cuentan con módulos fácilmente instalables que te permiten tener tu plataforma e-commerce con relativa rapidez -depende de lo hábil que seas con el HTML- sigue siendo primordial que tu web sea un auténtico escaparate online.

Tiene que contener todos tus productos, sí, pero es aún más básico que la web sea fácil e intuitiva, que tus productos estén clasificados correctamente y que la portada destaque solo lo que tú quieras.

5. Aporta un valor añadido

El e-commerce no sirve solo para llegar a tus consumidores: ha cambiado las reglas del juego. Tus posibles clientes ahora son prosumidores, es decir, están ávidos de información y te exigirán contenidos relacionados con tu campo, no solo información sobre tus productos o servicios.

Si tienes un blog corporativo, procura tratar temas de interés para tus clientes, no te dediques solo a hacer «autobombo» de tu empresa. Haz lo mismo en Twitter y Facebook: comparte contenidos divertidos e interesantes; así crearás fidelización.

No te olvides de las newsletters: te servirán para dirigir la atención de tus clientes y para hacer un resumen de la actividad de tu empresa pero, también, para aportar un valor añadido. Incluye siempre alguna oferta, regalo o descuéntales los gastos de envío.